Sunday, August 30, 2009

El desierto

20:05 ...y ahí me encuentro en una calle que no transito casi nunca, en mi querido antofagasta, esperando un bus que viene con retraso, nunca imagine que el retraso sería más de una hr.
Casi una hr. y media despues por fin aparece el dichoso bus que me llevaría nuevamente a ese lugar, que por alguna extraña razón había abandonado junto con mis emociones y sentidos.
Despues de 4 hrs. de viaje en medio del desierto y con la luna y estrellas acompañandonos a través de la ventana, llegamos a San Pedro de Atacama, que nos recibio con un frio seco y entumecedor, ese frio olvidado que me estremecio me anunciaba lo estremecedora que sería esta aventura.
Esta vez ya no era la busqueda del carrete la que me llevaba hasta allí, sino que más bien era un escape inconsciente de mi misma... o quizás la busqueda de esa parte de mi que entre antofagasta y santiago, en uno de los tantos viajes se perdió sin dejar rastro.
Por fin ya en nuestro lugar que nos cobijara por una semana, es imposible obviar el cielo que con todo su esplendor se impone firme y cercano, recordandome lo nimios que podemos ser los seres humanos frente a la naturaleza. Me voy a acostar con una paz que durante todas mis noches de insomnio añore.
Que agradable resulta levantarse... mirar por la ventana y ver un cielo completamente azul!, las nubes no tienen cabida en este paisaje, y con toda la fuerza del sol, no queda más que levantarse y salir a descubrir que nos ofrecería el día. Levantarse sin saber que haras hoy, el fin último del día es disfrutarlo, desde cuando no haciamos eso??...
Caminando por la calle principal (o caracoleando) a nuestro paso salen innumerables fotografías invitandonos a conocer distintos lugares. Entre un café con el calido sol de la mañana y una distendida conversación, optamos por la laguna cejar y tebinquiche, y sin pensar mucho en nada recojemos lo necesario y de pronto nos vemos en un lentoooo, y cuando digo lento creanme que era demasiado lento!!, camino en donde cada vez iban desapareciendo los pocos árboles de la zona, hasta llegar a un desierto infinito.. en medio de eso, y como un milagro aparecen dos lagunas de un intenso color turquesa... mis sentido se hacen pequeños para lograr disfrutar todo lo que me rodea; en medio de este panorama algo dentro de mi hace click.. son mis sentidos que estan permitiendo nuevamente conmoverme.
Al pasar lo días los maravillosos paisajes fueron aumentado, como tambien fue aumentando la paz dentro de mi. Volver a sentir el sol, el viento, el frio, el canto de algún pajaro son cosas que entre el taco de la mañana y lo apurados que andamos durante el día, se hacen inperceptibles entre el ensordecedor ruido de la ciudad.. esta ciudad que intenta tapar sus disonancias internas con el ruido cotidiano; igual que los seres humanos, nos llenamos de ruidos para no escuchar aquello que nos acongoja que es evidentemente esencial... y que tapamos con la televisión, el computador, el mp3, o el simple sonido del metro.
Luego de una semana en san pedro puedo decir que después de un par de años volvi a escucharme, volvi a escuchar a la niña que llevo dentro que abandone en algun ir y venir. No es necesario ir tan lejos, si no que guardar silencio en la mente y el corazón, para sentir lo verdaderamente esencial.
A mi compañero de viaje agradezco el poder haber compartido los silencios!
No dejen nunca de viajar!!